En definitiva, mientras que, por ejemplo, un andador proporciona estabilidad al caminar, una contera gastada supone lo opuesto. Y un accidente en alguien que ya tiene la movilidad reducida puede ser muy peligroso, sobre todo si es una persona anciana.

Para escoger la contera correcta, debes de saber que se fabrican en distintos diámetros, así que tendrás que medir el diámetro del tubo donde va a colocarse. En nuestra web encontrarás conteras de distintas tallas, pero si no encuentras la que necesitas, ponte en contacto con nosotros y te la buscamos.

Las conteras no son infalibles y pueden resbalar en superficies mojadas, lo cual es un problema en días de lluvia o si se usan cerca de una piscina o superficies húmedas. Existen conteras especiales para colocar en estas situaciones (en muletas anfibias, por ejemplo). Además, también se pueden utilizar para andar en la playa sin que se hundan en la arena.

Una buena opción optar por unas conteras articuladas, ya que reducen el riesgo a padecer bursitis.